No importa lo mucho que hayas preparado la maleta con las cosas para la clínica, que hayas seguido cursos de profilaxis o que hayas insertado un widget con una suerte de quiniela lo más acertada según el pronóstico médico de alumbramiento, cuando la tienes en las manos es indescriptible y oír sus pequeños susurros convierten el silencio en un viento que no deja de viajar en torno tuyo.
El jueves 19 de mayo llegó María Luciana a las 02:46 de la mañana, y trajo mucho más que una sonrisa.
El jueves 19 de mayo llegó María Luciana a las 02:46 de la mañana, y trajo mucho más que una sonrisa.
Una luz que no se apaga.