jueves, 7 de febrero de 2008

Ese triciclo llamado Perú



Seamos sinceros, a nadie le gusta trabajar. Para bien o para mal las huelgas, paros, feriados, festivos, funerales y octavas son bienvenidos. Se pierde dinero en horas hombre, en Lima no nos hacen caso, le rompemos el negocio a los que necesitan trabajar para comer, qué nos importa, o todos nos hacemos la vaca, como en el cole, o nadie sale contento.

Un reportaje visual más completo en el espacio de Litho (a) Walter Aparicio en Flickr o en El Caminerito punkeke de Marko Antonio Moscoso.

Pero al final, esas viejas ruedas vuelven a caminar.

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