miércoles, 24 de junio de 2009

¡¡¡Kausachun Qosqo, Cuzco, Cusco!!!

La tres veces fundada ciudad del Cusco (la primera quizás por los Huallas, Lares y Poques; la segunda realizada por Manco Cápac y la tercera fue la toma de posesión de la capital del Imperio por los españoles capitaneados por Francisco Pizarro en nombre del Emperador Carlos I de España y V de Alemania); celebró hoy un año más de Inti Raymi (Fiesta del Sol).

Los estandartes polícromos del K'uychi (arco iris), que en 1973 el Ing. Raúl Montesinos Espejo enarboló por primera vez con motivo de los cincuenta años de Radio Tahuantinsuyo, y posteriormente aprobados como bandera del Cuzco (entonces con z) el nueve de junio de 1978 a propuesta de del concejal Mario Cutimbo Hinojosa, flameaban hoy 24 de junio conmemorando las fiestas de la imperial ciudad.



Cuestionados símbolos de regiones enteras como el águila (ave rapaz que representa a los Estados Unidos de Norteamérica o a la Roma Imperial), va también el arco iris, que sólo aparece (y algunas veces) después de la lluvia, y cuando sale el sol... ¿Acaso también el carácter de los cusqueños será como el fugaz arco iris que permanece oculto durante las grandes lluvias que llenan el cauce de los ríos hasta desbordarlos y cuyas negras nubes ocultan el azul del cielo hasta descargarse sobre la fecunda tierra, o durante los días de sequía cuando el sol calienta de manera inclemente el suelo serrano hasta cuartearlo y quebrarlo en mil pedazos y eliminar todo vestigio de esperanza de vida?. Víctor Angles Vargas en su "Perentoria necesidad de sustituir la bandera del Cusco" ya proponía el K'antu como emblema de la tierra. ¿Sería acaso aquel color rojo encendido de esas gotas sangrientas que penden de hojas verdes, el vibrar de un nuevo renacer de un pueblo hastiado de violencia, desorden e informalidad?

Si olvidásemos un poco el espectáculo turístico del mes del solsticio de invierno y viéramos hacia adentro, nuestros valles (que van dejando de ser nuestros y cada vez más son "suyos"), nuestros ríos (que cada vez más dejan de ser ríos y se convierten en grandes y hondas cloacas de la superior carga humana soportada por este valle), nuestros cerros (que van siendo cada vez más, menos cerros y más tugurios), nuestros paisanos (que ya no son paisanos sino peones del inversor forastero),... y nuestras industrias... ¿Cuáles industrias?

Que la firmeza del carácter no quede sólo en las piedras listas para el comercio. Y que nuestra ciudad no sólo viva para el comercio de sus arterias.

¡¡¡Kausachun Qosqo!!!

1 comentario:

Perumanta dijo...

buenisimos cholito, vale un PERU PAPÀ!