Ocho periodistas, su guía y un campesino murieron el 26 de enero de 1983 a manos de comuneros de Ucchuraccay. Aunque la autoría intelectual recayó sobre la Infantería de Marina, acantonados en Huanta y, específicamente, en el General EP Clemente Noel Moral, la impunidad también se apoderó de esta masacre.
CASO UCHURACCAY
CASO UCHURACCAY
De izquierda a derecha, Jorge Sedano, Amador García, Luis Mendívil, Félix Gavilano, Pedro Sánchez, Willy Retto y Eduardo de la Piniella. La vista debió ser tomada por Octavio Infante quien no aparece en la imagen.
26 de enero 1983
Momentos previos al asesinato de los periodistas, Willy Retto fotografió hasta el final.
UCHURACCAY
Poema dedicado a los periodistas asesinados un 26 de enero, hace 25 años, en la comunidad campesina de Uchuraccay, departamento de Ayacucho, Perú. Crimen impune gracias a la Comisión Mario Vargas Llosa.
Cuando sobre mis hombros descendió
encerrada la verdad desnuda
su resplandor difundió rápida noticia
hundiendo la hermosura alrededor,
y cuando surcó los aires en hilos invisibles
y los mares en candorosos cobres encarnados
tu nombre Uchuraccay… Uchuraccay…
resonó en las alturas ignoradas
repercutió en el espanto del asombro
allí, en las despojadas planicies andinas
en los campos traviesa
colmados de retama y flores amarillas.
Cayó la verdad
en medio de vientos helados
y fiebre campesina al acecho.
Tu nombre Uchuraccay
resonó en el firmamento
repercutió en el espanto del asombro
en la noticia que busca noticia
en el recuerdo de las primicias clausuradas
en el adiós a la vehemencia apostólica
y el recorrer de la misión cumplida.
Uchuraccay… Uchuraccay…
un ruido súbito esconde la noche
un silencio arrastrado
un vacío terrenal
un territorio inmóvil
oculta la verdad en silencio
en silencio que cae
en silencio que cubre
en silencio que interpreta
en silencio que abruma
en silencio que interroga
en silencio que calla
en silencio que es más silencio.
A periodistas combatientes te llevaste
en el hechizo de tu nombre
Uchuraccay… Uchuraccay…
a los amigos te llevaste
a sus alegres rostros del reto aventurado
a sus brillantes facultades florecientes
a los amigos te llevaste
escondiéndolos en silencio
en silencio que murmura
en silencio que alborota
en silencio elevado a plegaria
en silencio que llora.
A ellos te llevaste
en la euforia del silencio
hacia el reino del silencio
del silencio que es más silencio
silencio perenne.
Extraido del libro "Palabras que el viento ha de llevar"
Autor: Carlos Angulo Rivas, Paradise Books ISBN 0-9684991-0-4 Canada.
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