martes, 13 de enero de 2009

Adiós a la coraza


En 1997 mi ciudad, Cusco, era completamente diferente. La calle del Medio y la calle del Marqués no eran vías peatonales, habían más tiendas de abarrotes en la Plaza de Armas que joyerías y comercios para gringos, la calle Túpac Amaru estaba repleta de carpas donde vendían ropa, picarones, comida, libros de segunda mano, una vía imposible de transitar hasta llegar a la calle Pera para finalmente arribar a la Avenida Ejército. Allí funcionaba el "Contrabando" o "Chupeccato". Había mejores juguetes y ropa que los que ahora se venden en el Molino. Allí compré mi cd de Megadeth el "Youthanasia" y... mi chaleco.

Me gustaba el color aunque no sabía que iba a hacer con tantos bolsillos. Durante mi larga estancia de siete meses al sur de Cusco en el fundo Chuccho, provincia de Canchis, distrito de Checacupe, para más señas; lo utilizaba para mis excursiones a la vera del río Vilcanota. Allí cabía muy bien una manzana, pan, queso, la lección de último grado de educación secundaria y en el bolsillo de la espalda, mi carabina de aire Gecado calibre 4.5mm. Aún así esta prenda no había encontrado su verdadero destino.

El año 2000, Carlos Nishiyama, Miriam Orellana, Cristhian Parra y yo, enrumbamos hacia las alturas del Pumahuanca en Urubamba. El equipo de supervivencia iba en la mochila, la cámara Pentax Spotmatic SP II iba en bandolera pero no había lugar dónde llevar la película, los objetivos extra, filtros y demás accesorios. Allí apareció de entre las cosas del armario el viejo y gastado chaleco verde.

De allí en adelante: Pumahuanca, Calca, Quillabamba, Quellouno, Echarate, Machupicchu, Atalaya, Ollantaytambo, Tres Cruces, Challabamba, Ninamarca, Manu, Qeros, Andahualillas, Urcos, Sinakara (donde estuvimos a punto de caer 50m en pendiente de cascajo), Quiquijana, Checacupe, Pitumarca, Sicuani, Chiaraje, Toqto, Miqayo, Antaccacca, La Raya, Abancay, Ccoylllurqui y muchas otras comunidades y comarcas nos han recibido a lo largo de estos nueve años de registro. Ya sea la persistente lluvia de Qeros o la implacable sequedad de los caminos de Ninamarca han curtido tanto mi piel como mi coraza. Así que cual cangrejo ermitaño nos vemos forzados a darle un merecido descanso.


¿Qué llevo en el chaleco?


  • Películas 35mm diapositivas y blanco y negro (cabe más de 20 carretes).
  • Un Moleskine (desde este año :) )
  • Un lapicero.
  • Una manta reflectante de salvamento.
  • Papel limpialentes.
  • Paño para limpiar anteojos.
  • Cuaderno de notas.
  • Credenciales de fotógrafo.
  • Guantes ajustados. (Los Thermo Insulated van en la mochila).
  • Un objetivo 70mm-300mm
  • Un objetivo 50mm
  • Un objetivo 85mm
  • Un flash.
  • Una cámara panorámica.
  • Un trípode de mesa.
  • Un cuchillo de caza o pesca.
  • Caramelos.
  • Un par de encendedores.
  • Un teléfono móvil.
  • Un reproductor mp3
  • Mis illas tutelares :)
  • Una ch'uspa con hojas de coca.
  • Una pistola .22LR
  • Municiones.
  • Un pasamontañas.
  • Una navaja suiza con altímetro.
  • Un poncho para la lluvia.
  • Binoculares.
  • Un mapa.
  • Un calendario Bristol o Chasqui.
Equipo de sobra suficiente para permanecer a salvo y entretenido unos cuantos días en los vastos Andes. Os aconsejo considerar uno de éstos.


3 comentarios:

Ayar Salazar dijo...

Buena camarada.... se nota que el chaleco ha jugado un papel fundamental en tus días de viajero... merecido homenaje...

Perumanta dijo...

HMMMMMM MERECE SU DESCANSO Y APLAUSO ETERNO.. MÀS BIEN YA TIENE LA OTRA ARTILLERIA PRÒXIMA FORRE ¿?

Luis H. Figueroa dijo...

Definitifamente que ya tenemos otra lista para enrumbar al Chiaraje este 20 de enero. Marrón, mismo corte y diseño. Irá a su bautizo de sangre. Agradecemos el chaleco a Vero Pino y su Marmota Inc. que fue la artífice del cambio.