Mi abuelo materno, Don Alejandrino Lozano-Álvarez Monzón, se encontraba en los Estados Unidos de Norteamérica estudiando mecánica automotriz cuando perdió a su madre. Motivo que le obliga a retornar nuevamente a Perú. Una vez aquí, luego de varias peripecias recupera una de las haciendas del haber paterno, Antaccacca, (Roca Azul) llamada así por la existencia de antimonio en estas tierras. Se dice que esta propiedad habría pertenecido al Brigadier Mateo Pumaccahua, quien de acuerdo a la tradición local habría sido capturado aquí. Ya en manos de Don Prudencio Lozano-Álvarez Caro y Pinto Álvarez y Doña Rosario Monzón Jáuregui, con sus 12000 héctareas era por largo una de las haciendas más pequeñas de la decena que por entonces poseían. Ya este año, 2009, en Registros Públicos se consideraba a los Álvarez, los más grandes terratenientes de la provincia de Canchis de aquella época.
Fruto del esfuerzo, dedicación, cariño y trabajo; don Alejandrino se erige, desde esta región en uno de los criadores de alpacas y ovinos más prolíficos del sur andino. Proveedor de Michell y Cía. llega incluso a perder durante cierto tiempo la reputación de criador al gastarle una broma a un petulante experto de dicha compañía, quien al elogiar los finos atributos del ¡pelo de perro! como la más fina lana de alpaca que había visto en su vida... le costó a uno "los aires" y a don Alejandrino el regular ingreso de la venta de lana.
Como producto de años de investigación sobre control genético, don Alejandrino consigue alcanzar el estándar de lana blanca de alpaca en todos los hatos de su propiedad. Asimismo importó ganado ovino como el merino australiano, merino argentino, corridale, etc. En pequeñas cantidades también poseyó animales suffolk (cara negra).
En cuanto a ganado vacuno crió el West Highland.
Don Alejandrino Lozano-Álvarez Monzón
Los Angeles, 1928
(Contessa, Sonnar f 4.5)
-Él fue mi primer profesor de fotografía.-
Los Angeles, 1928
(Contessa, Sonnar f 4.5)
-Él fue mi primer profesor de fotografía.-
Fruto del esfuerzo, dedicación, cariño y trabajo; don Alejandrino se erige, desde esta región en uno de los criadores de alpacas y ovinos más prolíficos del sur andino. Proveedor de Michell y Cía. llega incluso a perder durante cierto tiempo la reputación de criador al gastarle una broma a un petulante experto de dicha compañía, quien al elogiar los finos atributos del ¡pelo de perro! como la más fina lana de alpaca que había visto en su vida... le costó a uno "los aires" y a don Alejandrino el regular ingreso de la venta de lana.
Como producto de años de investigación sobre control genético, don Alejandrino consigue alcanzar el estándar de lana blanca de alpaca en todos los hatos de su propiedad. Asimismo importó ganado ovino como el merino australiano, merino argentino, corridale, etc. En pequeñas cantidades también poseyó animales suffolk (cara negra).
En cuanto a ganado vacuno crió el West Highland.
Lana de oveja.
Fotografía: Alejandrino Lozano-Álvarez Monzón
Don Alejandrino Lozano-Álvarez y campeón lanar.
Trofeo Ministro de Agricultura.
VI Exposición regional de ganadería de Melgar.
Ayaviri-1955
Ejemplar ovino de la Hda. Antaccacca
Alpacas de la Hda. Antaccacca.
Fotografía: Alejandrino Lozano-Álvarez Monzón
Don Alejandrino Lozano-Álvarez y campeón lanar.
Trofeo Ministro de Agricultura.
VI Exposición regional de ganadería de Melgar.
Ayaviri-1955
Ejemplar ovino de la Hda. Antaccacca
Alpacas de la Hda. Antaccacca.
Alpacas - Hda. Antaccacca.
Alpacas - Hda. Antaccacca.
Fotografía: Alejandrino Lozano-Álvarez
La casa nueva y tractor International, Hda. Antaccacca.
Fotografía: Alejandrino Lozano-Álvarez
(Todas las fotografías pertecen al archivo Luis H. Figueroa)
- © Prohibida su reproducción-
Alpacas - Hda. Antaccacca.
Década del 70, el General Juan Velasco Alvarado y su improvisada Reforma Agraria, traen abajo la industria nacional, y con ella cae también la Hda. Antaccacca. Transformada luego en la SAIS Maranganí, se convierte finalmente en comunidad; actualmente se puede visitar los baños termales de la zona, y su pequeño volcán de dos metros de alto. El ichu cubre la pampa con su generoso color amarillo y el viento de la puna adormece el grito de la sierra que forma las quebradas y germina los valles. El campesino vive apaciblemente contemplativo sin ningún afán de dominar la tierra. El antimonio escapó hace tiempo de las minas, pero el hierro aún tiñe de rojo el suelo y las aguas del reducto ubicado a 4000+ msnm de quien alguna vez Tamayo Herrera bautizó como "El rey del ganado".
La casa nueva de la Hda. Antaccacca.Fotografía: Alejandrino Lozano-Álvarez
La casa nueva y tractor International, Hda. Antaccacca.
Fotografía: Alejandrino Lozano-Álvarez
(Todas las fotografías pertecen al archivo Luis H. Figueroa)
- © Prohibida su reproducción-
El patio de la casa antigua, al centro el pedestal del antiguo reloj de sol, cerca a él una piedra con restos fósiles ha sido completamente cubierta por cemento.
1 comentario:
Que gusto conocer sobre nuestras raíces, y contrastar las historias que me llegaron sobre mi bisabuelo Prudencio. Felicito tu trabajo de recopilación y mas aun tu calidad como fotógrafo. Fiorella Alvarez Vildoso.
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